Existen varios tipos de familias, desde aquellas en que sus miembros son únicamente 2 personas, hasta aquellas familias que tienen más de 6 miembros conviviendo juntos en un mismo espacio. En algunos casos, estas familias  numerosas han sabido respetar los intereses de todos los miembros y logran un balance perfecto de armonía y comprensión. 

 

Pero qué pasa en el caso de aquellas familias grandes en donde la relación entre los miembros se vuelve complicada de manejar. Para ello preparamos este artículo con el que esperamos darle algunas soluciones o buenas prácticas. Continúe leyendo.

¿Por qué es importante una sana convivencia?

 

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Para comenzar, podemos mencionar algunos de los beneficios que trae tanto para usted y sus familiares una sana convivencia:

 

  • Buena autoestima.
  • Libre de sensaciones de estrés.
  • Decisiones tomadas en conjunto.
  • Sentido de pertenencia.
  • Soporte emocional o de cualquier otro tipo.
  • Experiencias de aprendizaje.
  • Buenas relaciones afectivas.

 

Teniendo en cuenta estos puntos, podríamos decir que una sana convivencia se ve reflejada en estabilidad familiar y personal. 

 

Cuando en una casa vive una familia grande que no tiene buenas relaciones entre sus miembros, pueden verse afectados cada uno de ellos, de distintas formas. No existe un lugar al cual llegar y sentirse protegido, el término “hogar” no tendría el mismo significado. 

 

Expertos indican que los problemas que llegan a presentar los jóvenes o adultos al desenvolverse o las relaciones que generan, dependen en gran medida, a las relaciones con las que fueron criados en sus primeros años de vida. De aquí la importancia de una convivencia adecuada. 

 

¿Cómo lograr la armonía en casa?casas-familias-grandesBuena comunicación con la familia

Tanto para lidiar con los conflictos personales y laborales, la solución es la comunicación. La familia no es la excepción. 

 

Externalizar los sentimientos, decir lo que se siente, comentar en lo que no se está de acuerdo son las bases de una comunicación asertiva. Si se genera un inconveniente, antes de actuar de forma desenfrenada, hay que dar espacio a la charla y asimismo practicar la escucha.

Respetar las ideas de cada quien

Muy ligado al punto anterior, saber escuchar y respetar las opiniones de los demás, aunque tengan distintos puntos de vista a los propios, se convierte en un factor importante para la correcta convivencia.

 

Este punto es de los más importantes y difíciles de trabajar, ya que escuchar algo diferente a lo que se cree, no es fácil. Pero para eso existen algunas recomendaciones:

 

  • No descarte sus ideas solo por el hecho de que alguien más piense lo contrario.
  • No se tome personal las opiniones de los demás.
  • No deje llevar su perspectiva de alguien solamente porque tiene un punto de vista diferente al suyo.
  • Si alguien más lleva una conversación al nivel de discusión, solo por tener diferentes ideas, no siga la plática y continúe en un momento menos acalorado.

Expresar las emociones

Siempre que algo le moleste o le disguste hágalo saber. Acumular las emociones, según estudios al respecto, es contraproducente, llega a un punto en el que no puede seguir guardando sus emociones y puede resultar en ataques de ira, depresión o tristeza. 

 

Si su molestia afecta a otro de los miembros de la familia, busque un momento adecuado en el que ambos se encuentren con tranquilidad. Además de eso, si este fuera un tema delicado, puede pedirle a otro miembro de la familia que esté presente y que ayude a mediar por si la situación se saliera de control. 

Destinar tiempo para la convivencia

Es importante que dedique tiempo a su familia, sea a la hora de tomar los alimentos o en el que sienta oportuno. En este tiempo aproveche a consultar a los demás familiares cómo les está yendo, si se sienten bien o si hay algún inconveniente que deban conversar, también puede hacerse en este tiempo. 

Dar tiempo para uno mismo

Así como el tiempo que le dedica a su familia, también es valioso el tiempo que dedique a usted mismo. Sea a solas, practicando algún deporte, descansando en su dormitorio, paseando a su mascota o de la forma que prefiera. 

 

Lleve una conversación personal y piense en lo que le ha pasado durante el día, si existe algo que deba conversar con alguien más, o simplemente relájese escuchando las canciones que más le gustan. Lo importante de estos momentos es solamente usted. 

Distribuir los espacios adecuadamente

Las formas de lograr una sana convivencia en una casa con una familia grande no se logran solamente con la parte emocional, los espacios físicos en los que reside también tienen mucho que ver.

 

¿Están los espacios acomodados de forma adecuada?¿Tiene un espacio destinado al entretenimiento, estudios, tomar sus alimentos?

 

Cuando se tienen espacios bien distribuidos, cada uno de los miembros de la familia sabe dónde ubicarse cuando necesita, por ejemplo: estudiar, entretenerse o comer. No es necesario invadir espacios ajenos o interrumpir a otro miembro de la familia. 

Buscar espacios de recreación

Además de liberar el estrés, la diversión influye en sus emociones y la forma en que toma las dificultades que ocurran. Es por eso que buscar espacios de recreación es vital. Nos referimos a:

 

  • Largas caminatas por senderos rodeados de naturaleza.
  • Canchas recreativas donde practicar su deporte favorito.
  • Piscina para aliviar el calor del día.



Esto ha sido todo en este artículo, esperamos que sea de ayuda y le brinde ideas sobre cómo lograr una sana convivencia en su casa donde habite una familia numerosa. 

 

Es adecuado que los puntos que se mencionan anteriormente, sean practicados por todos, o la mayoría, de los miembros de la familia para que sean efectivos. 

 

Si además de eso, cree que en la casa donde vive actualmente no puede cubrir con este requisito y le genera inconvenientes con sus familiares, tal vez le interese conocer la distribución y amenidades con que cuenta uno de los proyectos de Casas Roble: Paseo del Prado que ofrece espacios pensados en usted, su familia y su comodidad.

 

Ver casas de Paseo del Prado